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¿La Unión por el Mediterráneo o El Mediterráneo para la UE?

Unión Por el Mediterráneo

«Todos lo habíamos soñado; ahora la Unión por el Mediterráneo es una realidad». Nicolás Sarkozy, 2009.

Aunque realmente casi nadie sepa lo que es o lo que va a ser, este año La Unión por el Mediterráneo arrancó en Barcelona y representantes de los partidos políticos catalanes y españoles estaban presentes para celebrarlo.

Si nunca has oído hablar de ello quizás sea porque La Unión por el Mediterráneo (UpM) no es nada importante. Como los periódicos lo ponen en las páginas interiores en España y casi nunca aparece en los de EEUU e Inglaterra, es realmente comprensible que no sepas nada de ello o pienses que se trata de un ejercicio diplomático. Al contrario, la UpM no parece en absoluto trivial. Según las fuentes oficiales, la UpM es un organismo internacional constituido por cuarenta y tres países, que agrupa los estados de la Unión Europea, la liga Árabe y varios países de la costa mediterránea, incluso Israel y Palestina.

En Barcelona, quizá alguien crea que la UpM va a cambiar las cosas

La nueva sede de la UpM está en el Palau de Pedralbes y es probable, según todas las fuentes, que Barcelona sea la ciudad oficial de la UpM. Y si miras cuidadosamente por la ciudad, puedes encontrar las señales que sugieren que alguien en Barcelona ya sabe la importancia de la nueva Unión desde hace tres o cuatro años:

  • Cursos en las universidades y los colegios para adultos sobre el nuevo mercado de la Unión por el Mediterráneo. Por lo visto, el sector empresarial se está preparando aunque el público general siga viviendo en la inopia.
  • La construcción de cinco nuevos hoteles de cinco estrellas en el centro de una cuidad muy afectada por una reducción grave en el turismo.
  • La construcción de una nueva terminal en el aeropuerto del Prat de Llobregat y mucha especulación sobre cómo convertir El Prat en un aeropuerto “hub” (en un enlace internacional). Y con la ya mencionada reducción en el turismo, este aeropuerto no tiene otros motivos para requerir ninguna ampliación.

La Upm: ¿Qué podría significar para nosotros en el futuro?

Expansión de la UE

Suponiendo que la UpM será algo parecido a la UE – porque fue creado por la misma gente y parece un tipo de anexo audaz de esta – podemos fijarnos el ejemplo de los últimos cincuenta años del desarrollo de la Unión Europea para ver lo que posiblemente pase en el futuro de la UpM. La historia de la UE trata de un pequeño bloque de mercado común que se transformó en una burocracia eco-política que ahora, con el tratado de Lisboa, es más un estado supranacional emergente que una organización común de estados nacionales. En principio, los países más pobres de la Unión Europea recibieron muchas becas y beneficios, pero quizás con la UpM haya llegado su turno de pagar las ayudas para el desarrollo de los países pobres de la UpM – a través de los impuestos del trabajador medio – significando más impuestos para todos.

El caso de la independencia catalana

El hecho de que Barcelona fuese coronada capital de la UpM desafiará a Madrid en temas de importancia político-internacional y promoverá el concepto de la Europea de regiones donde las antiguas naciones empezarán a desaparecer y las regiones que cruzan las antiguas fronteras las reemplazarán. A largo plazo, esta tendencia hacia  el regionalismo podría significar el fin de la España contundente como la conocemos hoy, con la separación de Cataluña y el País Vasco.

El movimiento popular de independencia catalana entró en vigor el día diez de julio del 2010, con un manifestación de más de un millón de catalanes que prefieren ser vistos como una nación que ser solo otra parte de España. Además, muchos de los independistas de Cataluña ven la UE como una protección contra el gobierno y ejército nacional de España en caso de que Cataluña intentara establecer la independencia y declarar Cataluña una nación distinta a España.

Tal vez, el fin de España beneficiara a la UE no solo en su plan de una UE de regiones sino también en su lucha para salvar el Euro, que seguramente se vaya a pique si España termina como Grecia y no paga sus deudas. Así, si España se rompiera en regiones y dejara de existir, las deudas españolas podrían ser escondidas bajo la alfombra de la descentralización.

Más migración económica legal

La UE fomentó el movimiento de trabajadores de sus países miembro. El sector empresarial buscaba en su oferta laboral mano de obra barata y entusiasta. Como en los años noventas muchos polacos fueron a Inglaterra, Irlanda y Alemania para buscar trabajo, lo cual a menudo causó conflictos con los trabajadores nativos y los sindicatos. Con la UpM, quizá la gente de países donde se paga mucho menos que en Europa central podrá venir legalmente aquí y aceptar un sueldo y unas condiciones muy por debajo de lo normal por un trabajo concreto. Al fin y al cabo, podría significar una reducción en el nivel de vida para todos si queremos seguir trabajando.

El Estado Post-Democrático

La UE destruyó el concepto de democracia entre los estados miembros. En este momento, entre 70% y 80% de las leyes en los parlamentos nacionales vienen de la Comisión Europea. Las poblaciones europeas pueden votar solamente por representación en el Parlamento Europeo, que no tiene el poder de legislar. Supongo que esta tendencia continúa en los nuevos estados de la UpM.

Y la opinión pública caminando dormida (otra vez)

Como dijo el presidente francés Nicolás Sarkozy el año pasado en una cumbre en París, “Todos lo habíamos soñado: ahora la Unión por el Mediterráneo es una realidad”. Y tiene razón el presidente, pero son solo ellos, los políticos y los tecnócratas, los que están soñando con laUpM. Los demás solo están durmiendo.

Un ejemplo: El País (¿de los Ciegos también?)

Tuerto 9

¿De dónde sale esta crisis? Introducción al Club Bilderberg

Las aspiraciones a un dominio global no son nada nuevo. No creo que haya nadie que discuta que ya figuraban entre los objetivos principales del imperio romano o de Napoleón Bonaparte, por ejemplo. Y tampoco se pone en duda la existencia de varias sociedades clandestinas poderosas a lo largo de la historia; los Rosacruces, los Caballeros Templarios, los Illuminati y los Masones no son productos de nuestra imaginación colectiva. Una vez que un acontecimiento pasa a los libros de historia, deja de ser una teoría de la conspiración. La historia empieza a ser creíble una vez que queda encarcelada en el pasado.

Pero imagínate que descubrieses el escenario siguiente: dentro de poco, en un hotel al lado de la playa donde veraneas cada año, está a punto de reunirse una colección de las figuras más poderosas del mundo – líderes políticos, banqueros, ejecutivos de petrolíferas y otras multinacionales… hasta monarcas. Pero igual no te enterarás ni de su presencia ni de los motivos de su encuentro (ni mucho menos de los temas de su agenda). En general la prensa se muestra reacia a tocar el tema. Bienvenido al Club Bilderberg.

Las dos ces: Clandestinidad y Control

La reunión del Club Bilderberg del 2010, que tendrá lugar en Sitges la semana que viene (del miércoles 3 al domingo 6 de junio), será el encuentro número cincuenta y seis. Inaugurado en 1954 por un asesor político polaco llamado Józef Retinger junto con la familia real holandesa, el Primer Ministro belga y la familia Rockefeller, el Club Bilderberg adopta su nombre del lujoso Hotel Bilderberg de la ciudad holandesa de Oosterbeek donde se celebró ese primer encuentro. A diferencia de las otras cumbres como el G20, la Conferencia de Cambio Climático de Copenhagen o el Foro de Davos, la mayoría de los propios asistentes incluso niega su existencia. La rumoreada asistencia de Barak Obama y Hillary Clinton al encuentro en Chantilly, Virginia fue cuidadosamente ocultada, aunque sus oficinas de prensa no lo negaron. De hecho, hasta hace solo un par de años la mera existencia de los encuentros Bilderberg fue negada rotundamente y ridiculizada como una teoría de la conspiración risible.

Pero gracias a los medios de comunicación alternativos y los esfuerzos de gente como Daniel Estulín (periodista e investigador de origen ruso, ahora basado en Madrid) y Jim Tucker (periodista estadounidense que lleva 30 años persiguiendo a los Bilderberg) el ‘no’ se ha convertido en un ‘sí, pero no pasa nada’. El rodaje en directo de la llegada al hotel de los miembros de la elite del planeta – en sus limosinas de ventanillas tintadas y arrodeados por sus guardaespaldas -, imágenes captadas por cineastas independientes como Alex Jones (Endgame) hace que el ‘no’ sea cada vez más inútil. Más vale admitirlo pero quitarle importancia.

Como dijo Neil Kinnock, ex líder laborista británico: ‘Por lo general resulta mucho más fácil alcanzar un acuerdo si no hay oyentes.’ Una lógica que no se aplica a las otras cumbres supuestamente importantes. Martin Taylor, el Secretario General del Club Bilderberg, habló con más franqueza en una entrevista con John Ronson (autor de Los Hombres que Miran Fijamente a las Cabras) en 2001 para el programa Secret Rulers of the World (realizado para Channel 4 en el Reino Unido). Frente a Ronson afirmó que prohibían a los asistentes hacer ruedas de prensa en estas conferencias: ‘No lo hacemos por una obsesión con la clandestinidad, sino porque queremos controlar a los políticos que asisten.’

En estas esferas el control y la clandestinidad son imprescindibles, como reconoció David Rockefeller en un discurso en la reunión de la Comisión Trilateral (una organización paralela cuyos encuentros también se ocultan al público) en junio de 1991, cuando proclamó: ‘Estamos agradecidos al Washington Post, al New York Times, Time Magazine y otras publicaciones cuyos directores han atendido a nuestras reuniones y cumplido sus promesas de discreción durante cuarenta años. Habría sido imposible desarrollar nuestro plan para el mundo si hubiéramos sido sometidos a la brillante luz de la publicidad durante esos años. Pero ahora el mundo es mucho más sofisticado y está más preparado para acercarse a un gobierno global’.

¿Cómo podemos evaluar pues la importancia del club Bilderberg? Según un reportaje emitido por el canal americano CBC en junio del 2006, ‘la idea fue la creación de una red informal de gente influyente que se podrían consultar confidencialmente en privado. Podrían enfocarse en lo que sus países tuviesen en común, intercambiar ideas que podrían mejorar la vida de todos’. ¿Pero realmente es este club tan inocente y noble? Si es cierto que se trata de un foro inocente solo para compartir ideas, es curioso cómo estas ideas suelen convertirse en hechos. Miremos unos ejemplos concretos.

Ideas convertidas en hechos

En su libro Tragedy and Hope (1966), Carroll Quigley, historiador oficial del Council on Foreign Relations (y el tutor de Bill Clinton en Harvard) escribió que ‘los poderes del capitalismo financiero tenían otro objetivo de gran alcance: nada menos que la creación de un sistema mundial de control financiero en manos privadas para dominar el sistema político de cada país y la economía del mundo entero. Este sistema se plantearía de forma feudal por los bancos centrales del mundo actuando juntos, por acuerdos secretos logrados en reuniones y conferencias secretas.’

A la reunión de 1973 de Saltsjöbaden en Suecia asistieron los directores ejecutivos de Royal Dutch Shell, British Petroleum (BP), Total S.A., ENI, Exxon, además de David Rockefeller y Henry Kissinger. Se propuso una subida del 400% sobre el precio del petróleo. Los EEUU desvincularon el dólar del oro y Rockefeller y Kissinger se encargaron de presionar a Arabia Saudí y los otros países de la OPEC para que subiesen el precio del petróleo en dicho porcentaje a cambio de invertir las ganancias en los grandes bancos occidentales que, a su vez, compraron la deuda estadounidense (US Treasury securities). En menos de 6 meses, esa «idea» ya se había cumplido. Pasó algo parecido en 2006 en Rottach-Egern, Alemania. Según el periodista Jim Tucker, ‘los Bilderberg pidieron una subida dramática del precio del petróleo. En seguida el precio subió de $40 a $70 por barril.’ Y en 2008 se habló de una caída en los precios del petróleo cuando la mayoría de los analistas estaban prediciendo una subida del 200%.

También se puede destacar la reunión de 1996 en King City, Toronto. Según Estulin en su libro Los Secretos del Club Bilderberg, ‘La guerra de Kosovo, y el consiguiente derrocamiento del presidente yugoslavo, se debió a estrategias políticas concebidas en secreto durante aquella reunión […] Las guerras de los miembros del Bilderberg tuvieron un motivo concreto: drogas, petróleo, riqueza mineral y el avance de la causa del gobierno global’. Estulin documenta cuidadosamente la red compleja entre la ELK, la CIA y el narcotráfico de los Balcanes y el complot para asumir el control de los recursos del país una vez que Slobodan Milosevic hubiese rechazado las reformas económicas impuestas por el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Unión Europea. De una manera u otra conseguirían sus objetivos, y según el periodista Neil Clark del New Statesman, George Soros acabó invirtiendo 50 miliones de dólares para asumir el control de la mina de Trepca, la joya que codició el FMI, que goza de reservas de cobre, zinc, oro, plata y cadmio. Misión cumplida – a cambio de decenas de miles de muertes de serbios, albaneses y bosnios.

La Unión Europea y su culminación en el Tratado de Lisboa es el legado de casi cinco décadas de planificación Bilderberg que empezaron en 1954. Jozéf Retinger, uno de los fundadores del Bilderberg y miembro del European Movement (dedicado a la creación de una Europa federal), explicó al Royal Institute of International Affairs en 1946 que Europa necesitaba crear una unión federal y los países europeos tenían que prescindir de una parte de su soberanía.  La primera fase de la división del mundo fue en cuatro zonas: la Unión Europea, la Unión Norte Americana, la Unión Africana y la Unión Asiática. Así fue concebido en los primeros encuentros de los Bilderberg, algo muy bien documentado, hasta que las cuatro uniones se uniesen para crear un gobierno mundial. El euro también debe su existencia a las reuniones Bilderberg. Etienne Davignon, Presidente del Bilderberg y ex comisionado de la UE, admitió en 2009 que fue concebido y planificado en varios encuentros.

El comienzo de la guerra de Iraq, el fin de la burbuja inmobiliaria…, en fin, las fuentes informadas cuyos datos han acertado repetidas veces insisten que cada conflicto global, cada cambio de régimen, cada política monetaria, cada subida o bajada del precio de petróleo y cada estrategia de propaganda se decide en las reuniones Bilderberg. Los Bilderberg deciden qué figuras políticas ascenderán al poder y cuáles hay que quitar.

Conflictos de intereses

Sería fácil pintar el Club Bilderberg como una banda de conspiradores, sentados alrededor de una mesa afilando su complot maquiavélico para dominar el planeta con las manos unidas frente a sí. Bueno, los que han asistido a una reunión de cualquier junta directiva, club de deportes o hasta la AMPA de la escuela de sus hijos entiende muy bien lo difícil que es llegar a la unanimidad. Lógicamente, los conflictos de intereses y de estrategias son tan típicos en las reuniones Bilderberg como en cualquier otro encuentro. Según JimTucker, hasta la crisis económica actual ha sido un tema conflictivo entre las distintas facciones del club. Según fuentes de la conferencia del 2009 en Vouliagmeni, Grecia, se debatieron dos modelos: una crisis larga y dolorosa (propuesta por Kissinger) que culminaría en una reestructuración del sistema financiero mundial, cuadrando con los objetivos generales a largo plazo del Club, y una crisis corta y intensa (una alternativa apoyada por Timothy Geithner, Richard Holbrooke y Carl Bildt entre otros) que no dañaría tanto a los propios intereses financieros de los industrialistas de la élite. Que un tema de semejante gravedad se pueda debatir de esta manera es más que absurdo. Pero cuando uno mira la influencia colectiva de los participantes al nivel global va más allá de lo absurdo y pasa a ser criminal.

Sin embargo, los invitados – y esto es la clave: para asistir al Bilderberg hay que ser escogido y invitado – están allí porque sus intereses creados, a corto o largo plazo, cuadran con el objetivo global del Club Bilderberg de concentrar el poder en cada vez menos manos. No es sorprendente si consideramos cuántas empresas pertenecen a los imperios Rockefeller y Rothschild. Ni si tenemos en cuenta la red enorme de políticos y las entidades con las cuales estaban – y en la mayoría de los casos aún están – vinculados: Timothy Geithner (Secretario del Tesoro de los EEUU y Presedente del Banco de la Reserva Federal de Nueva York, supuestamente vinculado a Goldman Sachs), Mark Patterson (Jefe de personal del Tesoro / Goldman Sachs), Henry Paulson (ex Secretario del Tesoro / Goldman Sachs), Larry Summers, Rahm Emmanuel y Gary Gensler (Goldman Sachs), Donald Rumsfeld (Gilead), Dick Cheney (Haliburton), Robert Gates (SAIC), etc. Fuera de los EEUU, el palestino Salam Fayyad y el afgano Hamid Karzai deben su oficio y apoyo occidental a sus vínculos con el FMI / Banco Mundial y UNOCAL respectivamente.

‘Todo es de dominio público’

Tampoco es un secreto. Como observó hace poco Ron Paul, congresista y candidato presidencial republicano: ‘No se trata de una conspiración siniestra. Todo es de dominio público.’ Miremos en cuántas crisis se ha buscado últimamente la respuesta en el centralismo supragubernamental. En el 2009 en la cumbre de los G20 en Londres la estrategia planteada para aliviar la crisis económica fue la expansión del papel del FMI (cuya medicina económica, el notorio Programa de Ajuste Estructural,  sirve para esclavizar a los países receptores a más deuda a cambio de la privatización de sus propios rescursos, que luego son comprados más baratos por las multinacionales), y proponer su propia divisa – los SDR (Special Drawing Rights) – como una divisa mundial. Según The Daily Telegraph, ‘Los líderes del G20 han activado el poder del FMI para crear dinero y empezar la flexibilización cuantitativa global. Al hacerlo están poniendo en marcha una divisa global ‘de facto’, fuera del control de cualquier soberanía.’

El Tratado de Copenhage se pinta en los medios de comunicación como un pacto internacional de colaboración para reducir las emisiones del CO2. La famosa cláusula 38 habla de la necesidad de crear un fondo nuevo para financiar las iniciativas nuevas, responsables ante la ‘Conferencia de los Partidos, con su sistema operativo acreditado por una entidad financiera internacional actual.’ ¿La FMI? ¿El Banco Mundial? ¿Goldman Sachs, con su interés en controlar el mercado de créditos del carbón? Lo que es seguro es que no se refiere a un grupo de ecologistas dedicados al bienestar del planeta. Ban Ki-moon, expresidente de la ONU, opinó que los esfuerzos para imponer una restricción en la emisión del CO2 ‘deben incluir un estructura de global equitativa’.

La ascensión de Herman Van Rompuy a la presidencia de la Comunidad Europea se veía en la prensa internacional como un anticlímax. Un don nadie asumiendo un cargo poco más que simbólico. Pero Van Rompuy, un hombre cuyas conexiones con la élite Bilderberg están muy bien documentadas, no está ahí por casualidad. Tiene muy claro su papel, como demostró muy claramente en su discurso inaugural: ‘El 2009 es el primer año del gobierno global, con el establecimiento del G20 en medio de la crisis económica. La conferencia climática en Copenhagen es otro paso hacia la gestión global de nuestro planeta.’

Y según fuentes interiores, la reunión del Club Bilderberg en Grecia el año pasado empezó con un discurso del Primer Ministro sueco, Carl Bildt, que destacó la importancia de un departamento global de salud a la luz de la supuesta pandemia de gripe A, proponiendo para tal efecto a la OMS, que tendría el poder para dominar cualquier gobierno nacional. El banquero Paul Warburg veía muy claramente el plan cuando se dirigió al Senado estadounidense en 1950 con estas palabras: ‘Tendremos un gobierno mundial nos guste o no. La única pregunta es si se conseguirá por conflicto o acuerdo’. O engaño.

Hacia el gobierno global

A primera vista, un gobierno global quizás no pinta tan mal si no se estudian bien las implicaciones. Pero como pregunta David Lyon, catedrático de sociología en Queens University, Kingston, Ontario en su libro Theorizing Surveillance (2006): ‘¿Es la abolición de las fronteras algo intrínsicamente bueno moralmente? ¿Simbolizan bahías que innecesariamente separan y excluyen a la gente, o potencialmente son líneas de resistencia, refugio y diferencia que nos pueden salvar del abismo del totalitarismo?’ En Europa, habiendo ratificado el Tratado de Lisboa, hemos dado luz verde a un Superestado con representantes que no representan a nadie ya que no han sido elegidos por ninguna vía democrática. La aplicación de este modelo al resto de zonas del mundo es cuestión de tiempo. Al menos de momento aún nos quedan los rastros de la democracia, por muy frágiles que sean, a nivel nacional. Con la concesión gradual de la soberanía de cada país a Bruselas no estamos creando una hermandad europea: estamos perdiendo los últimos hilos de la democracia. La política europea se decide por los 3000 ‘Working Groups’ representando los intereses corporativos escondidos tras puertas cerradas. ¿Si ya nos sentimos decepcionados por nuestros gobiernos y su falta de representación del pueblo, vamos a confiar más en las multinacionales? ¿Tendremos voz en la elección de sus directores y sus juntas directivas? A nivel mundial, cuando el hombre más poderoso del mundo afirma que ‘alguien tiene que sustituir a los gobiernos, y a mi me parece lógico que sean las empresas’ (David Rockefeller, Newsweek International, 1999), hay que aceptar que esto es una realidad.

Un ‘globalismo’ que podría buscar soluciones a los problemas de la salud, la pobreza, la desigualdad, los derechos humanos y los conflictos sería el globalismo al cual todos daríamos la bienvenida. Pero esto es el mundo real y nuestra realidad consiste en un sistema que se cultiva para garantizar la propagación del propio poder y el enriquecimiento de los más poderosos. En resumen, llevamos años viendo un golpe de estado corporativo a nivel mundial: el ‘Nuevo Orden Mundial’ pregonado públicamente por Kissinger, George Bush Senior y Gordon Brown entre otros.

En palabras del periodista Tony Gosling: ‘Es inevitable que uno sea un poco suspicaz cuando las prioridades para el futuro del hombre se plantean por los que realmente tienen influencia sobre este futuro en total secreto.’ El tiempo revelará los frutos de la conferencia de Sitges el miércoles que viene; la única garantía es que nada se debatirá por el bienestar de los ciudadanos. Pero cuanta más atención se pueda llamar hacia al evento, más difícil será seguir ocultando las decisiones que más afectan a las vidas de todo el mundo.

BILDERBERG EN SITGES (BARCELONA)

JUNIO 3-6, 2010

http://www.libertaddigital.com/economia/el-club-bilderberg-debatira-en-sitges-las-posibles-alternativas-al-dolar-1276393507/

ENLACES DE INTERÉS PÚBLICO

http://algoestacambiando.wordpress.com/2010/01/12/jesse-ventura-tras-el-club-bilderberg-quieren-matar-a-un-90-de-la-poblacion/ (Jesse Ventura)
http://www.youtube.com/watch?v=dq3zBXLHGak&feature=related Documental
http://www.youtube.com/watch?v=wfJl2OFfrhA&feature=related Aaron Russo subtitulado en español
http://www.youtube.com/watch?v=woHs_ZUKSDI Estulin en YouTube
http://es.wikipedia.org/wiki/Grupo_Bilderberg Entrada de la Wikipedia
http://www.danielestulin.com/ Web de Estulin
http://www.bilderberg.org/ En inglés pero muy informativa
http://www.clubbilderberg.org/ Blog
http://www.wearechange.org/?p=878

Un par de artículos de investigación en inglés:
http://www.canadafreepress.com/index.php/article/11433 (Andrew Marshall)
http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=14614 (Andrew Marshall)
http://www.globalresearch.ca/index.php?context=va&aid=13526 (Paul Joseph Watson)

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